Muchas actividades científicas o cuasi requieren del proceso de abstracción, tanto en su momento de configuración, como a la hora de ser recepcionadas por el común denominador de la gente. Partiendo de este presupuesto, suponemos que la abstracción se torna fundamental para cualquier energúmeno del ámbito académico.
¿Qué es la abstracción? ¿Es un plano posible de lo real, o excede los límites de lo plausible como realidad? ¿Es únicamente un nivel de entendimiento accesible por los normales, o requiere de un componente mental extraño a nuestra naturaleza específica?
No tengo respuesta a estos interrogantes, por el contrario, tengo muchas más preguntas sin contestación.
¿Puede alguien, sin ver alterado su equilibrio psicofísico por el uso de algún tipo de estupefaciente, lograr aislarse del entorno físico, de los ruidos, de la música, del movimiento, del aire, de las vibraciones, para sumergirse sin oxígeno extra en el profundo mundo de la abstracción? ¿Puede de esta manera tomar como propia la pura esencia de aquéllo que lo rodea, aislarse de lo real, meterse de lleno en la virtualidad y enajenarse de los objetos sensibles para inmiscuirse exclusivamente en sus pensamientos?
Suena increíble, suena de otro mundo, suena a otro nivel de mentes.
O Dementes.
Suena a mucho, suena a extremo, suena extraño, suena difícil, suena...
Y si suena es real.
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